21 julio 2022

INTRODUCCIÓN


           Pocas metas tan difíciles nos podemos imponer como pretender maximizar la calidad y/o las prestaciones de un producto y al mismo tiempo reducir sus costos.   Y ni que hablar si el producto en cuestión es la vivienda que, dado su lejano origen, poco campo de acción deja al descubrimiento. 
No obstante, siempre queda algún resquicio por explorar para los espíritus inquietos y ávidos por optimizar, optimizar, optimizar, lograr más con menos, razón de ser de la ingeniería. 
           Al cabo de casi 40 años de trabajo en el campo de la construcción, más de 500 viviendas hechas, y de trabajar e investigar permanentemente en la búsqueda de mejoras tanto en lo funcional como en lo estético intentando a la vez reducir los costos, el autor de la presente Monografía, Ing. Daniel Benassi, Responsable de las Sucursales Río Tercero y Río Cuarto de Cooperativa de Vivienda Horizonte Ltda., cuya Sede Central se encuentra en la ciudad de Córdoba, Argentina, con el sólo ánimo de colaborar con todos aquellos que pudieran apreciar algún concejo o sugerencia para construir invirtiendo más eficientemente su dinero, de lograr más con menos, superado el umbral del séptimo decenio de vida, siente la necesidad interna de compartir sus experiencias, respaldadas por más que probados resultados. 
Mi mayor deseo es que algo de todo esto le resulte útil a alguien, con lo que me daré por más que bien pago.
           Es así entonces que el contenido del presente blog aspira a divulgar lo poco o mucho que haya podido aprender a lo largo de mi actividad profesional, y del mismo modo invito a toda persona, sobre todo a especialistas de algún tema específico (médicos, ingenieros, arquitectos, etc.), a poner desinteresadamente a disposición de toda persona inquieta que aún conserve el buen hábito de la lectura y el estudio, premiándola por ello, cualquier tipo de conocimiento adquirido que considere pueda mejorarle en algún aspecto la calidad de vida.
          El presente trabajo está hecho básicamente enfocado a la vivienda social, en función de optimizar los costos sin perder calidad, refiriéndonos particularmente a la construcción con bloques de cemento, aunque los conceptos de las optimizaciones expuestas son aplicables a cualquier tecnología constructiva.
               Antes de entrar en materia, dejo un par de reflexiones.


    La albañilería dejó de ser un ARTE

        Si, así, con mayúsculas se llegaron a escribir las mejores páginas de la historia de la albañilería, cuando los romanos, los egipcios, los griegos y ni que hablar de las maravillas del mundo islámico, plasmaron verdaderas obras de arte de la arquitectura y la ingeniería, muchas de las cuales sin duda perdurarán para ser apreciadas por nuestros tataranietos.  Pero dejemos de soñar, nadie pretende tanto. Las épocas cambiaron y la practicidad se impone.  El problema es que naturalizamos y nos estamos resignando a perder hasta las más elementales reglas del buen arte, del bien hacer del abuelo albañil venido de Italia.  Hoy se convierte en una excepción ver que un albañil use un nivel, una plomada o una escuadra.  Apenas se usa el hilo y la regla, a veces, lo menos posible.   Total…, “después enderezamos con revoque grueso”. 
    Muchas de las cosas que se hacen en el viejo oficio de la albañilería son simplemente “porque así se hizo toda la vida”. Pobre, muy pobre como argumento.   Es más, ojalá las cosas se hicieran como antaño…
    Quizás los responsables de ejercer la conducción técnica no deban permitir que el nivel baje más allá de lo tolerable y deban salir del statu quo, de su zona de confort y levantar el grado de exigencia alentando y acompañando a su cuadrilla de albañiles a dar ese pequeño salto evolutivo que hará que un oficial de albañil trabaje al nivel de tal para que, por ejemplo, no deban terminar haciendo revoques gruesos o carpetas donde no debieron ser necesarios, por lo que bien podríamos entonces rebautizar como “tapa-cag…. macanas”.


El camino fácil del “porlasdudismo”

      Hablando de la construcción en general, cuántas veces hemos escuchado decir algo así como “por las dudas ponele hierro del 12” o “mejor no quedarnos cortos” o “mejor que sobre a que falte” o expresiones similares, propias de gente técnicamente poco preparada y por ende insegura en ese campo, términos estos muy entendibles en boca de un albañil, pero nunca en la de quien se supone experto en el tema.  
    En el ámbito profesional estos términos debieran ser un sacrilegio en tanto, como tales, debiéramos estar preparados para reemplazarlos por investigación, estudio, cómputo, cálculo..., a cuyos resultados finales sí es lícito aplicar un razonable margen de tolerancia, mayor o menor en función de lo que se trate, pero más allá de ello, en la arquitectura y la ingeniería no pueden existir los “por las dudas”, que están reservados para situaciones particulares, poco definidas o poco estudiadas en general, que no es el caso de la obra civil.
     Al igual que en todas las optimizaciones expuestas en la presente Monografía, la alternativa de hacer lo fácil, “lo tradicional”, siempre seguirá estando disponible y su implementación no presentará mayor dificultad para el profesional a cargo de la obra, pues bastará con hacer “echar la mano al bolsillo” al comitente. Pero convengamos que estará eligiendo el poco profesional camino del “por las dudas”, para el que con “el albañil de la esquina” hubiera alcanzado, en lugar de cumplir con el deber de asesorar debidamente a su cliente sobre lo que es necesario y sobre lo que resulta innecesario por excesivo o redundante, y por ende un desperdicio de recursos y de dinero.


Face: @coophorR3yR4

Insta: @cooperativahorizonter3yr4

Web: www.vivhorizonte.com.ar

Canal YouTube: Cooperativa Horizonte RIII-RIV


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